Guiñando a la noche.
Mirando la noche ser llevada de derecha a izquierda por un viento histérico, me pregunto en solitario sí la candelaria miraba por el mismo vidrio. El frío semblante de la noche no tardó en lanzar una respuesta franca y directa a mis dudas. Ahí fue que una pequeña ave golpeó mi ventana, y cuando digo golpear, no digo dulcemente, sino que con un crudo choque que pensé la dejaría aturdida, pero que al día siguente renombre como causal de muerte. Que ignorante el pajaro chillón que se interpuso entre la noche y yo. Me pregunto si quería darme un sencillo aviso. Quizas necesitaba ensartarse en mi corazón y salvar al mundo con mi muerte. Quizas necesitaba negar su vida y negar el viento... Quizas el vidrio lo embaucó con un ojo ciego de corazón. Llegó la mañana y decidí pararme en el tejado. Ahí apunté sin miedo al viejo bastardo en visita. "You are going down little Yanki... so down". Diez segundos para enfocarlo correctamente y chiium: Disparo silenciso, licensiado y certero. Adi...