Placeres Capitales: Lujuria

LUJURIA Si hubiera que definir lo que hiba a pasar esa nohe sería claro, una sola palabra: Sexo. El ambiente era propicio, ella y yo nos encontrabamos más que preparados, no sólo con todas las armas puestas, sino con la mente y el libido enfocado en el sexo del otro. Las caricias comenzaron tempranamente, simples roces en el rostro, besos animales en el cuello, mordeduras perdidas perdidas en zonas que no tienen nombre... Estaba más que tentado. Pero al momento de la gloria con mi pene pidiendo más decidí hecharlo atras. Si, así, teniendo a la mujer de mis sueños en frente, esperando mi escencia entre sus piernas decidí dejarla con el rostro perdido y en llamas sonriendole cortezmente y cerrando la puerta. Si, otra noche más aguantando. Muchos no comprenden la razón para hacer esto, pero para mi se ha vuelto casi una religion. Lo que solía hacer a diario era cumplir una odisea, una verdadera epopeya griega contra el cuerpo y contra la cordura. Era levantar mi virilidad a un punto dioni...